La cadena estadounidense Popeyes planea abrir 300 restaurantes de pollo frito en México durante los próximos 10 años, generando miles de empleos en todo el país.
Restaurant Brands International (RBI), empresa matriz de Popeyes, anunció que un grupo de inversionistas mexicanos liderará esta expansión masiva. Duncan Montero, presidente para América Latina y el Caribe de RBI, dijo que “México representa una oportunidad de crecimiento excepcional” y destacó que la marca se asociará con franquiciatarios con amplia experiencia local.
“Nuestro menú único estilo Nueva Orleans, con pollo marinado al menos 12 horas y cocinado a la perfección, tiene gran aceptación y confiamos en nuestro éxito a largo plazo en México”, dijo Montero.
La apertura será escalonada y cubrirá las regiones noroeste, occidente, centro y sureste del país. Entre los principales socios mexicanos se encuentran Star Louisiana en Jalisco, Border Crunch en el noroeste, Grupo Euro en la región centro y Grupo Berny en el sureste.
RBI confía en que estos franquiciatarios tienen el conocimiento del mercado y la capacidad operativa para un crecimiento rápido. La inversión formará parte de una estrategia global que ha llevado a Popeyes a crecer en más de 45 países, incluyendo recientes aperturas en Costa Rica, Italia y los Balcanes.
El despliegue de 300 restaurantes representa un esfuerzo importante en un mercado de comida rápida que sigue en expansión y apunta a presentar el estilo auténtico de Louisiana a nuevos consumidores mexicanos.
El anuncio se suma a la tendencia de mayores inversiones en la industria de alimentos y bebidas en México, con un fuerte potencial para generar empleos directos e indirectos en el sector.
