La recaptura de Zhi Dong Zhang en Cuba esta semana pone a foco la sofisticación financiera y logística detrás de los cárteles mexicanos.
Zhang, originario de China, fungía como broker principal entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Era la pieza clave en la importación de precursores químicos desde Asia que alimentan laboratorios en México.
En su primera detención, en octubre de 2024 en Ciudad de México, se descubrió que dirigía una red de 150 empresas fantasma y 170 cuentas bancarias que movieron más de 20 millones de dólares entre 2020 y 2021. Su conexión unía puertos asiáticos con laboratorios mexicanos.
Pero en julio de 2025 Zhang protagonizó una fuga espectacular a través de un túnel bajo su casa en Lomas de Santa Fe, detonando una cacería internacional. Ahora, bajo custodia en Cuba, su captura revela cómo operan los brokers detrás del narco global: más empresarios que sicarios.
Este modelo de crimen globalizado se repite en varios países y con diferentes operadores. Por ejemplo, Ana Gabriela Rubio Zea, guatemalteca y enlace directo con “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa, usaba su empresa I-ECO Technologies para importar químicos bajo la fachada de productos biodegradables. Fue detenida en Guatemala en 2023 y extraditada a EE.UU. por conspiración para traficar fentanilo.
En Culiacán, Martha Emilia Conde Uraga, alias “Martita”, movía precursores para laboratorios del Cártel de Sinaloa a través de redes de facturación falsa amparadas por empresas sancionadas por la OFAC. Su esquema empresarial encubría un tráfico multimillonario desde Asia.
Asimismo, Francisco Pulido Coracero – “Don Puli” – fue extraditado en 2024 desde México a EE.UU. como proveedor clave de precursores químicos para el CJNG, estableciendo rutas desde China e India.
Los hermanos Javier y Carlos Algredo Vázquez gestionaron una red binacional con empresas en Nueva York y México para importar toneladas de sustancias químicas para los laboratorios de “El Mencho”. Javier recibió 18 años de prisión en 2024, mientras Carlos enfrenta procesos de extradición.
Un caso emblemático es la familia Zamudio Lerma, señalada por el gobierno estadounidense como proveedores directos de fentanilo para la facción de Ovidio Guzmán. Desde sus empresas camuflaron químicos peligrosos para los “súper laboratorios” en Sinaloa, y fueron sancionados por la OFAC en 2023.
El fenómeno trasciende América Latina. El turco-australiano Joseph Hakan Ayik, conocido como “el gánster de Facebook”, coordinó envíos de metanfetamina de México a Oceanía usando envases de tequila como camuflaje. Fue detenido en Estambul en 2023.
En Europa, el holandés Marco Ebben fue broker del Cártel de Sinaloa, articulando redes desde México, España y Turquía. Fue asesinado en el Estado de México en 2025, lo que muestra el alcance continental del narco con sello sinaloense.
Antes de todos ellos, Zhenli Ye Gon estableció el modelo tras importar toneladas de efedrina desde Asia para los cárteles mexicanos. Su millonario decomiso histórico en 2007 ha sido la mayor incautación de efectivo en el narcotráfico hasta hoy.
La captura y fuga de Zhang simbolizan la batalla actual entre inteligencia y crimen organizado transnacional. Los brokers, expertos en finanzas, comercio y logística, son los verdaderos arquitectos del narco moderno, haciendo operar a los cárteles como multinacionales sin ostentar violencia directa.
Su poder se mide en discreción, conexiones internacionales y millones de dólares invisibles que fluyen a través de empresas fachada y bancos. Mientras las autoridades de México y EE.UU. mantienen la presión, la guerra contra estos operadores de alto nivel apenas comienza.
Con información de INFOBAE.
