La reforma electoral que busca impulsar el gobierno federal enfrentó un obstáculo clave: la fecha para su entrada en vigor. Fuentes de Político MX informan que, aunque desde Palacio Nacional se ordenó que la reforma pudiera aplicarse para las elecciones presidenciales de 2030, esta propuesta fue rechazada de plano por las bancadas de todos los partidos políticos, incluido Morena.
La Comisión presidencial encargada de preparar el documento no tuvo opción más que aceptar esta oposición y ajustar el calendario. El nuevo plan contempla que la reforma electoral se implemente hasta el próximo proceso electoral intermedio, previsto para el año 2033.
El borrador que se espera presentar ante el Congreso de la Unión en febrero será formalmente con esa fecha de entrada en vigor. El rechazo de Morena y de otras fuerzas políticas refleja las dificultades para alcanzar consensos frente a un cambio que podría modificar reglas clave del sistema electoral mexicano.
Hasta ahora, no se han revelado más detalles sobre los contenidos específicos o modificaciones de la nueva reforma, pero la demora confirma que no estará lista para la presidencial de 2030.
Este retraso marca un revés para el equipo cercano a Palacio Nacional, que había presionado para acelerar la implementación de cambios en la legislación electoral con un horizonte más inmediato.

































