La aprobación casi segura de un impuesto a refrescos en las Cámaras de Diputados y Senadores ya preocupa a los restauranteros en Reynosa y otras partes de México. El presidente local de CANIRAC, Juan Carlos Gutiérrez Lugo, confirmó que buscan alternativas para evitar que el aumento en el costo de estas bebidas afecte el consumo y las ventas en sus negocios.
“Vamos a tener que atender el tema ya que esté listo, pero claro que afecta. Cada empresario sabe cómo manejar estos incrementos para no perjudicar al comensal, pero es algo personal”, señaló Gutiérrez Lugo. Por el momento, la mayoría planea absorber gastos o hacer ajustes internos en vez de trasladar el aumento directamente al cliente.
Entre las opciones para sustituir o complementar la oferta de refrescos están las aguas frescas, infusiones, café frío o caliente, bebidas que además pueden atraer a clientes con propuestas más saludables y a precios accesibles. Esta estrategia busca mantener estable la facturación y no perder mercado ante los cambios fiscales.
Este posible impuesto forma parte de medidas para recaudar más y desincentivar el consumo de bebidas azucaradas por su impacto en la salud pública, aunque sigue sin definirse el porcentaje final del gravamen ni cuándo se implementaría.
Restauranteros nacionales observan de cerca esta medida. En la zona fronteriza, donde la competencia por precios es feroz, el reto será adaptarse rápido y sin perder clientes. Por ahora, esperan que el impacto sea moderado gracias a las nuevas opciones en su menú.
