Ayer, Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc, reunió a medios para anunciar que dejará la política electoral para enfocarse en la política social. Sin embargo, su discurso estuvo lleno de contradicciones y mensajes poco claros que dejaron más dudas que certezas.
Cuevas afirmó que buscará reunir firmas para convertir a México Nuevo en un nuevo partido político, aunque señaló que no caerá en la “política electorera”. Durante la conferencia habló también de su vida personal, mencionó relaciones amorosas que serán llevadas a una película y presumió vínculos empresariales, mezclando todo con su supuesto proyecto social.
La exalcaldesa no perdió la oportunidad de criticar a los partidos opositores, citando a Ricardo Monreal al decir
“no le saben”
para gobernar ni acercarse a la gente, pero su propuesta concreta hasta ahora es difusa y fuertemente cuestionada.
Mientras tanto, en otro evento ayer, la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega se acercó a dialogar brevemente con el secretario de Gobierno, César Arnulfo Cravioto, a quien ha enfrentado públicamente. Rojo le preguntó si estaría dispuesto a comprar las estatuas de ‘El Che’ Guevara y Fidel Castro que Cravioto había lamentado, un episodio que refleja las tensiones internas en el Gobierno capitalino.
Desde hace meses, las apariciones y declaraciones de Cuevas generan escepticismo y críticas, con expertos y actores políticos dudando sobre su futuro real en la política o si solo busca protagonismo. En sus conferencias suele darse espacio para familiares y discursos grandilocuentes que no terminan de concretar un plan serio.
En síntesis, Sandra Cuevas intentó dar un giro a su carrera política dejando claro que quiere un proyecto social, pero sin definir caminos ni objetivos claros, mientras mantiene un perfil polémico y teatral que genera dudas en el entorno político de la CDMX.
