Sarah Ferguson, la duquesa de York y exesposa del príncipe Andrés, vuelve a estar en el ojo del huracán tras la filtración de un correo electrónico que la vincula con Jeffrey Epstein, el magnate acusado de explotación sexual de menores.
En marzo de 2011, Ferguson condenó públicamente la pedofilia y el abuso infantil, y reconoció que aceptar dinero de Epstein fue “un gigantesco error de juicio”. Prometió devolver las 15,000 libras recibidas y aseguró que rompería todo contacto con él. Sin embargo, solo un mes después salió a la luz un correo desde su cuenta personal en el que se disculpa con Epstein por haberlo vinculado a pedofilia, describiéndolo como un “amigo leal, generoso y supremo”.
La contradicción entre su discurso público y privado generó revuelo. Según su portavoz James Henderson, el correo no fue por amistad sino una estrategia para calmar a Epstein, quien tras la entrevista de Ferguson realizó una llamada “escalofriante” en la que amenazó con dañar a la familia York.
La revelación causó un fuerte impacto. Organizaciones benéficas con las que Ferguson colaboraba decenas de años comenzaron a distanciarse. La primera fue Julia’s House, un hospicio infantil que calificó como “inapropiado” mantenerla como patrona. Le siguieron otras instituciones como Teenage Cancer Trust, British Heart Foundation y Prevent Breast Cancer.
La ruptura con la Teenage Cancer Trust es especialmente notable, pues Ferguson llevaba más de 35 años vinculada a esa organización. La crisis afecta de lleno su reputación y ya cancelaron varios eventos para promocionar su último libro infantil.
El escándalo se entiende también en el contexto de la amistad entre Epstein y el príncipe Andrés, golpeada tras el arresto y muerte del magnate. Andrés perdió sus títulos militares y se retiró de la vida pública después de resolver en privado una demanda millonaria relacionada con Epstein.
Ferguson se divorció de Andrés en 1996 pero mantuvo cercanía con él, lo que sumó sospechas sobre la relación de la familia York con Epstein. Esta filtración empaña más su imagen y pone en duda los esfuerzos recientes por mostrarse renovada y alejada de viejos escándalos y problemas financieros.
