Hoy se cumplen 20 años del impacto del huracán Wilma en Quintana Roo. En octubre de 2005, Wilma tocó tierra en la isla de Cozumel con vientos sostenidos de 295 kilómetros por hora, categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson.
El fenómeno natural permaneció más de 64 horas azotando el territorio estatal y afectó gravemente a seis municipios. La Secretaría de Gobernación emitió declaratoria de desastre natural, confirmando la magnitud del impacto.
Wilma destruyó buena parte de la infraestructura turística, golpeando al sector que representa el 94% de la economía local. Hoteles, comercios y servicios quedaron severamente dañados provocando una crisis económica y social.
La gobernadora Mara Lezama recordó este miércoles que el huracán marcó un antes y un después para los quintanarroenses.
“Wilma marcó un antes y un después en nuestro pueblo. La fuerza y el espíritu inquebrantable de los quintanarroenses, la unidad, la solidaridad y el trabajo conjunto llegaron para quedarse.”
Lezama hizo un llamado a la población de Cozumel y el resto del estado a mantenerse alerta y aplicar medidas preventivas para futuras emergencias, ante la creciente amenaza climática.
El paso de Wilma sigue siendo un récord en la historia meteorológica de México por su duración y daño. Dos décadas después, continúa la recuperación y el reforzamiento de infraestructura y protocolos de protección civil.
El gobierno estatal y federal mantienen programas para mitigar el impacto de fenómenos similares, pero la experiencia de Wilma sigue siendo un punto de referencia en el manejo de huracanes en la península de Yucatán.
Así, Quintana Roo recuerda una catástrofe que cambió su historia y su relación con los desastres naturales.
