Tesla reportó ventas récord en el tercer trimestre de este año con 497,099 vehículos eléctricos entregados, un aumento del 7.4% frente al año previo. La cifra supera las expectativas de los analistas, quienes esperaban alrededor de 480,000 unidades.
El impulso vino casi exclusivamente del mercado estadounidense, donde los compradores se apresuraron a aprovechar el crédito fiscal federal de $7,500 dólares antes de su expiración. Esto contrasta con China y Europa, dos mercados clave para Tesla, que registraron caídas de 8% y hasta 20% respectivamente en el mismo periodo.
Analistas como Jessica Caldwell de Edmunds atribuyen el éxito parcial a un “inventario sustancial” que Tesla acumuló durante el primer semestre, con producción superior a entregas en más de 50,000 unidades. Además, recalca que la reducción del perfil político del CEO Elon Musk ha ayudado a mejorar la percepción del público estadounidense, tras su controvertida participación en la administración Trump.
“Tesla también se ha alejado de Elon como una figura del gobierno central, lo que creo que ayudó a que más gente se sintiera cómoda comprando o arrendando un Tesla”, dijo Caldwell.
Sin embargo, se espera que esta racha sea temporal. A pesar del repunte del tercer trimestre, Tesla proyecta otra caída anual de ventas este año. Hasta septiembre, las entregas de vehículos eléctricos están 6% por debajo de lo previsto. Además, el analista Ben Kallo de Baird anticipa que las ventas caerán un 7% en 2025, hasta 1.67 millones de vehículos, comparado con 2024.
La caída se atribuye en parte a la inestabilidad a corto plazo por aranceles a baterías y autos importados impuestos durante el gobierno de Trump, además de mayores costos y menores márgenes de ganancia. Mientras Musk promueve a Tesla como una empresa de inteligencia artificial y robótica, casi todos sus ingresos siguen viniendo de autos eléctricos, baterías y servicios de carga.
El efecto Musk sigue dividido. Si bien su alejamiento del primer plano político parece haber revertido parte del daño a la marca, sus posturas polémicas y acciones recientes provocaron protestas y vandalismo en tiendas Tesla en Estados Unidos y Europa.
En el mercado bursátil la reacción fue adversa. Aunque Tesla abrió el jueves con ganancias, cerró con una caída del 5.1% en Nasdaq a $436 dólares por acción, un reflejo de la creciente preocupación de inversionistas por sus fundamentos frente a la valoración de la empresa, que ronda 253 veces sus ganancias proyectadas.
Las grandes automotrices como GM, Ford y Hyundai también reportaron incrementos en ventas de autos eléctricos debido a la expiración del crédito, mostrando que el frenesí no es exclusivo de Tesla.
En suma, Tesla alcanzó récord trimestral en ventas gracias a Estados Unidos y a la gestión más discreta de Musk, pero varias señales apuntan a un mercado eléctrico con retos crecientes y ajuste en un sector en plena transformación.
