La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó que la zona norte de México aún permanece libre de la mosca del gusano barrenador, a pesar de que se detectó un caso aislado en un animal procedente de Minatitlán, Veracruz, que llegó a Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
De un cargamento de 100 cabezas de ganado, solo una presentó miasis en fase temprana, lo que limita totalmente la posibilidad de dispersión de esta plaga que afecta al ganado y que además preocupa por sus posibles riesgos sanitarios.
Personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y del Comité de Protección Pecuaria de Nuevo León atendieron de inmediato el caso y aplicaron tratamiento con Ivermectina para evitar contagios. El ganado contaminado fue aislado y curado bajo estrictos controles.
El secretario Julio Berdegué mantuvo comunicación con Brooke Rollins, secretaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, para informar sobre las medidas implementadas conforme al Plan de Acción Conjunta firmado por ambos países el pasado 15 de agosto.
Desde la detección inicial de la mosca barrenadora en noviembre de 2024 en Chiapas, la problemática ha generado alertas constantes. Debido a la presencia de casos, Estados Unidos suspendió temporalmente las importaciones de ganado mexicano, levantando luego las restricciones tras la aplicación de protocolos de inspección exhaustivos.
Sin embargo, a finales de mayo de este año la suspensión se reactivó por la persistencia de brotes en el sur del país, aunque el norte permanece libre y protegido gracias al sistema de trampas y vigilancia activa que continúa sin detectar la mosca.
La mosca del gusano barrenador, Cochliomyia hominivorax, es una plaga que ocasiona miasis perjudicial para el ganado y que puede afectar la salud pública. México fue declarado libre en 1991 tras campañas de erradicación intensas, pero las recientes apariciones mantienen en alerta a productores y autoridades.
Sader destacó que el protocolo riguroso de revisión en las entidades del norte y la estrecha colaboración binacional buscan evitar que la plaga se disemine y afecte las zonas libres, clave para la economía ganadera y las exportaciones mexicanas.
