Navarra avanza firme en la lucha contra el cambio climático con 226 municipios ya adheridos al Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía, lo que representa el 82% de la Comunidad Foral. Fue la conclusión clave de la III Jornada del Pacto celebrada este miércoles en Zizur Mayor, donde se dieron cita representantes de casi toda la geografía navarra.
Este año se sumaron 16 ayuntamientos más respecto a la edición anterior en Tafalla y multiplica por doce la cifra inicial de apenas 18 localidades que comenzaron esta iniciativa hace seis años. El Pacto impulsa planes locales de mitigación y adaptación al cambio climático, desde movilidad sostenible hasta economía circular, con foco en la eficiencia energética y la gestión del agua.
El evento reunió a alcaldes de municipios como Ansoáin, Peralta, Sangüesa, Etxarri y Mendigorria, además del presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, David Campión, y colectivos sociales y privados. Participó también el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, quien recalcó la importancia de la acción local:
“Las acciones de transformación local desde los ayuntamientos, las instituciones más cercanas a la ciudadanía, son clave frente a la realidad del cambio climático que impacta directamente en la vida de nuestro vecindario.”
Durante la jornada se visitó la isla de biodiversidad de Zizur Mayor, un proyecto que transforma zonas de césped en espacios con flora autóctona de bajo consumo hídrico para mejorar la resiliencia ambiental. Con una inversión de 37.000 euros, fue impulsado vía presupuestos participativos y se integra en el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES).
Los planes que agrupan a más de 200 alcaldías se enmarcan en el proyecto europeo LIFE NAdapta, liderado por la Dirección General de Medio Ambiente de Navarra. En los últimos cinco años se han ejecutado 994 actuaciones por un valor superior a 52 millones de euros, financiados con fondos locales, forales y europeos.
Los proyectos principales incluyen eficiencia energética, energías renovables, gestión forestal, creación de refugios climáticos, agricultura sostenible y acciones en la propia administración local. Ejemplos destacados presentados fueron la mochila energética para escolares en Noáin, la cooperativa de coches eléctricos compartidos en Huarte y el sistema urbano de drenaje sostenible en Ansoáin.
El reto que queda por delante es consolidar la implementación y monitorización de estos planes, apoyados técnicamente por la Oficina de Cambio Climático de Navarra, para asegurar que la mayoría del territorio mantenga y amplíe sus acciones contra la emergencia climática.
El compromiso municipal en Navarra ya roza la totalidad y marca un camino claro en la estrategia regional para reducir la huella ecológica y proteger a la ciudadanía frente a efectos inevitables del calentamiento global.
