Olvídate del método tradicional para purgar radiadores que consume tiempo y esfuerzo. Una solución casera y efectiva se ha viralizado en Instagram gracias a Mamen Martín (@la_reforma_de_mi_vida), que propone usar agua caliente mezclada con amoniaco para limpiar el interior de los radiadores sin necesidad de purgarlos uno por uno.
El procedimiento es sencillo y rápido. Primero se apaga la calefacción y se deja enfriar el sistema. Luego se cierran las llaves de paso del radiador. Después, se prepara una mezcla de agua caliente con una dosis moderada de amoniaco, que actúa como “detergente alcalino suave” capaz de disolver óxido, residuos y restos incrustados. Esta solución se introduce en el radiador y se deja actuar unos minutos, moviéndola ligeramente para liberar los depósitos acumulados.
Tras esto, se drena la mezcla sucia y se enjuaga bien el radiador con agua limpia varias veces para eliminar restos de amoniaco. Finalmente se abren las válvulas y se enciende la calefacción de forma progresiva. La ventaja principal es que limpia zonas internas inaccesibles al purgado tradicional y reduce la necesidad de intervenciones frecuentes en cada radiador.
El amoniaco debe usarse con precaución: nunca con la calefacción encendida ni mezclado con lejía u otros químicos para evitar reacciones peligrosas. Un buen enjuague evita que queden residuos que puedan corroer los radiadores por dentro.
Los radiadores acumulan suciedad debido a la circulación continua de agua caliente que provoca oxidación y sedimentos minerales. Estos restos forman bloqueos parciales que ralentizan la circulación y reducen la eficiencia térmica, obligando a la caldera a trabajar más y subir la factura energética.
Limpiar correctamente los radiadores mejora el rendimiento, reduce el consumo de energía y evita ruidos molestos producidos por bolsas de aire. También prolonga la vida útil de las instalaciones al prevenir corrosión y desgaste prematuro de válvulas y juntas.
Más métodos para mantener los radiadores en forma
Además del truco con amoniaco, existen otras técnicas recomendadas como la circulación inversa del agua para despegar residuos, limpiadores comerciales específicos, detergentes neutros similares al amoniaco o purgadores automáticos instalados en algunos circuitos. También se puede vaciar todo el sistema para aplicar limpieza a presión o instalar separadores magnéticos para retener partículas metálicas antes de llegar a los radiadores.
Lo esencial es no descuidar el mantenimiento, porque radiadores sucios afectan la eficiencia del hogar y pueden generar costes elevados e incomodidad en invierno.
Este método viral en redes ya ha convencido a muchos en España que buscan soluciones rápidas y económicas para mantener su calefacción en óptimo estado.
