La Administración Trump dio un nuevo paso en la defensa de la vida al reincorporar a Estados Unidos a la Declaración del Consenso de Ginebra, un pacto internacional que niega el derecho al aborto como derecho internacional. La coalición, que ya cuenta con 40 países miembros, celebró su quinto aniversario con un acto encabezado por funcionarios del gabinete de Trump, congresistas republicanos y delegaciones extranjeras.
El expresidente Donald Trump envío una carta leída en el evento donde reafirmó su compromiso de «proteger la santidad de toda vida humana» y promover una cultura que reconozca el valor intrínseco de cada persona. «Cada niño posee una dignidad inquebrantable y un potencial ilimitado», destacó.
Jim O’Neill, subsecretario de Salud y Servicios Humanos, explicó que la actual administración republicana está «orgullosa y decidida» a retomar el mandato luego de que el Gobierno de Joe Biden se retirara poco después de asumir. O’Neill acusó que el abandono de los principios naturales de vida y familia «amenaza con desintegrar a las naciones desde dentro» y criticó «el asesinato en el útero, la confusión de sexos y las agendas extremas» como un rechazo a la naturaleza humana.
La administración también ha comenzado a aplicar políticas basadas en esos principios. Destacaron el restablecimiento de la Política de la Ciudad de México, que prohíbe el uso de fondos públicos para financiar o promover el aborto fuera de Estados Unidos. Además, señalaron que solo ondea la bandera estadounidense en embajadas tras la retirada de insignias con reivindicaciones ideológicas.
Otro punto fue la restricción de recursos federales para procedimientos médicos considerados dañinos para menores. O’Neill insistió en que «los niños no deben ser sometidos a intervenciones irreversibles que alteren su cuerpo ni su identidad».
Chris Landau, subsecretario de Estado, subrayó que la soberanía nacional es esencial y que cada país debe decidir sus políticas familiares y de salud sin presiones externas. «La comunidad internacional no puede dictar cómo tratar estos asuntos», afirmó, enfatizando el objetivo del Departamento de Estado de restaurar el respeto a la soberanía.
El evento fue organizado por el Instituto de Salud de la Mujer y contó con participación de miembros del Congreso estadounidense y delegaciones de otros países que apoyan esta visión conservadora sobre la vida y la familia.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				