Alicante pisa fuerte en la élite del balonmano nacional. El club Eón Horneo logró este año el ascenso a la Liga Asobal, la máxima categoría del deporte en España, devolviendo a la ciudad al foco de atención después de décadas de espera.
La noticia ha venido acompañada del anuncio de que Alicante será sede de la fase final de la próxima Copa del Rey, un evento que reunirá a los mejores equipos del país en la ciudad levantina. Este doble impulso marca un regreso significativo para una plaza que tuvo su época dorada hace 50 años con el histórico Calpisa, equipo que conquistó cuatro ligas, cinco copas y una Recopa de Europa.
Entonces, el balonmano era el deporte de moda en Alicante, gracias también al legado de Obras del Puerto, un club que apostó por reunir a las grandes figuras nacionales en sus filas.
Desde esos tiempos, la ciudad había estado alejada de las primeras filas del balonmano español, pero ahora vuelve a respirar ambiente de alta competición. El ascenso del Eón Horneo no solo trae visibilidad, sino también un importante impulso para la cantera y el deporte local.
La organización de la Copa del Rey en Alicante representa una apuesta logística y económica que colocará a la ciudad otra vez en el mapa del balonmano, generando expectación entre los aficionados y la prensa especializada.
Este salto deportivo sitúa a Alicante de nuevo en la élite nacional después de décadas, consolidando al balonmano como un motor de identidad deportiva en la región. Queda por ver cómo responderán clubes y afición a esta nueva etapa que revive la gloria pasada.
