La Comisión Antiviolencia ha declarado de alto riesgo el partido entre Barcelona y PSG que se jugará el 1 de octubre en el estadio Olímpico Lluís Companys. El motivo principal es la llegada masiva esperada de ultras franceses, considerados peligrosos, y la mala relación actual entre ambos clubes.
La tensión entre Barcelona y PSG escaló este lunes en París durante la gala del Balón de Oro. Centenares de ultras del PSG, equipo de Luis Enrique, insultaron sin descanso a la delegación azulgrana presente, gritando “Puta Barça”. La situación obligó a la intervención de un cordón policial antidisturbios para contener los incidentes cerca del teatro Châtelet.
Las autoridades recuerdan que la declaración de alto riesgo implica medidas extra de seguridad: controles exhaustivos en la venta de entradas, separación estricta de aficiones y vigilancia reforzada en accesos y alrededores del recinto. El Ministerio del Interior coordinará el despliegue policial, tomando como modelo el cordón que se montó el pasado 16 de octubre en Madrid ante la llegada de ultras del Olympique de Marsella.
Este partido va más allá de los tres puntos de la Champions. La mala relación entre ambos clubes y los recientes enfrentamientos ponen un foco especial en la seguridad y la prevención de posibles altercados, con la mirada puesta en evitar nuevos enfrentamientos violentos en Barcelona.
