Barcelona estrena un nuevo actor fuerte en la hostelería: Barcelona Restauració, la asociación que quiere plantar cara al veterano Gremi de Restauració. Su presidente, Salva Vendrell, también dueño del Bar Marcel y exlíder del Gremi, asegura que habrá competencia pero que acabarán alineándose en la mayoría de temas clave: “En el 80% o 90% de las cuestiones coincidiremos”, dijo a EXPANSIÓN.
La creación de esta nueva patronal llega en un momento crítico para los negocios de restauración en la ciudad. Según datos del Ayuntamiento, casi el 30% de los locales cuentan con menos de cinco años, reflejo de la profunda transformación que vive el sector tras la pandemia, que ha acelerado el cierre de negocios familiares y ha elevado los costes hasta niveles insostenibles.
Vendrell advierte que la falta de personal cualificado está asfixiando a bares y restaurantes. “Encontrar personal es un auténtico drama, hay más demanda que oferta, y sin formación la situación no mejora”, señala. A esto se suma el encarecimiento brutal de suministros como electricidad y materias primas. “Antes se trabajaba con márgenes del 30%, ahora si tienes el 10% estás contento”, recalca.
Otro problema que afecta directamente es la burocracia para abrir o reformar locales. “Los permisos se eternizan, con proyectos paralizados meses y una legislación que no se adapta. Por ejemplo, desde enero no se pueden usar estufas de combustión en terrazas y no se permiten cables aéreos. Pero no nos conceden autorizaciones para hacer zanjas y llevar el suministro legalmente”, protesta el presidente.
La presión fiscal y la inminente ley antitabaco, que prohíbe fumar en terrazas, suman más incertidumbre. Vendrell critica tener que hacer de “policía” con los clientes y apunta al descontento general en el sector. “Abrir un bar no es fácil, requiere conocimientos financieros y de riesgos laborales. Estamos hiperauditados, tanto por la Administración como por clientes que pueden hundirte con una mala valoración”, añade.
El fenómeno impulsa la concentración del mercado: pequeños locales cierran mientras grandes grupos ganan terreno. La formación y la profesionalización aparecen como claves para mantener el músculo del sector, que Vendrell defiende con una frase contundente: “Si el cocinero de toda la vida pasó a ser chef, ahora debemos prestigiar la restauración”.
Barcelona Restauració se presenta como una alternativa fresca, ligada a los ejes comerciales que agrupa Barcelona Comerç, con respaldo de 24 zonas comerciales. Sin embargo, la ruptura con el Gremi de Restauració y las críticas cruzadas amenazan con dividir aún más a un sector que clama por unidad para afrontar su recuperación.
