Beasain vivió ayer un sábado especial con la tercera edición de Beasain Marrazkitan, un evento que reunió a cerca de veinte dibujantes urbanos de toda Euskal Herria, con fuerte presencia de artistas guipuzcoanos. El pueblo se transformó en un estudio al aire libre donde la creatividad llenó calles y plazas.
La jornada arrancó a las 09:30 en el Conjunto Monumental de Igartza. Allí los sketchers retrataron edificios históricos y el entorno natural con lápices, tinta, rotuladores y acuarelas, combinando técnicas para captar la vida cotidiana. A media mañana el grupo se desplazó hasta la zona de la Iglesia para seguir plasmando la esencia de Beasain en sus cuadernos, mientras numerosos transeúntes se detenían para observar.
El evento, enmarcado en el movimiento internacional de Urban Sketchers, es una invitación a observar el mundo directamente y sin competición. Cada participante aportó su estilo personal en un ambiente abierto y participativo organizado por la Asociación Bear de Beasain.
La jornada concluyó a las 14:30 con una exposición colectiva en los bajos de la plaza San Martín de Loinaz donde los artistas mostraron sus obras, un mosaico de miradas y colores que dieron vida a la ciudad durante unas horas.
La iniciativa se consolida como cita artística anual en Guipúzcoa, reflejando la riqueza cultural y la pasión por el arte urbano en Euskadi.
