El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, cargó este martes contra el Partido Popular y Vox por eliminar las oficinas anticorrupción en las comunidades de Valencia y Baleares tras acceder al gobierno. Según Bolaños, estos recortes dejaron sin “mecanismos de protección para las personas que denuncian”, un golpe directo hacia la gestión de ambas formaciones.
El reproche fue explícito y personal: “Bien le hubiera venido una oficina anticorrupción al señor Casado”, señaló el ministro en referencia al exlíder del PP, Pablo Casado. La alusión apunta a la falta de apoyo a denuncias internas, un tema sensible para el equipo socialista en este período de auge contra la corrupción.
Estas oficinas funcionan como espacios especializados para que empleados públicos y ciudadanos puedan denunciar irregularidades sin miedo a represalias. Su desaparición ha sido criticada por expertos y ONG que defienden la transparencia y la lucha contra la corrupción.
El contexto es la llegada al ejecutivo autonómico de PP y Vox en Valencia y Baleares, quienes, en su afán de “racionalizar recursos”, decidieron eliminar estos puntos de atención directa para denuncias anticorrupción. Desde el gobierno central, Bolaños reivindica su mantenimiento como garantía de integridad.
Fuentes del PP consultadas prefieren no comentar las declaraciones, mientras que Vox no ha emitido respuesta por ahora.
La polémica se suma a la creciente presión para reforzar los mecanismos de control y la protección a denunciantes en las administraciones públicas españolas. Con elecciones autonómicas a la vista, el debate sobre anticorrupción se teme que sea uno de los ejes centrales para los partidos de ambos lados.
