Borja Iglesias ha vuelto a aparecer cuando más lo necesitaba el Celta de Vigo. Este domingo, en Vallecas, el delantero gallego anotó su tercer gol consecutivo en LaLiga, manteniendo vivos a los vigueses y sumando otra jornada de puntos para su equipo.
El Panda salvó a su equipo con un tanto poco habitual, rematando de muslo un saque de esquina en una acción rápida y poco elaborada. Pero no solo eso: Borja fue una pesadilla para los centrales locales, imponiéndose en múltiples duelos frente a Lejeune y Pathé Ciss, usando su potencia y juego de espaldas para abrir espacios. Su influencia no se limitó al ataque, siendo decisivo al bloquear un remate casi seguro de Alemao en el último córner a favor del Rayo, evitando el empate en el último instante.
El delantero compostelano suma ya 69 goles en Primera División, con 29 en las últimas cuatro campañas, consolidándose como el segundo máximo goleador gallego en medio siglo, solo por detrás de Iago Aspas y por delante de Joselu, según datos de la cuenta Afouteza e corazón. Además, Borja ocupa la cima del Trofeo Zarra empatado con Pere Milla, Rafa Mir e Iván Romero.
Este arranque de temporada recuerda al que vivió al final de la pasada, cuando tres goles consecutivos marcaron su rendir goleador, aunque en aquella ocasión el Celta solo ganó uno de esos encuentros. Ahora, la próxima prueba para Iglesias será buscar la primera victoria del Celta en LaLiga, vital para relanzar al equipo, antes de pensar en su regreso a Alemania, donde disputó un semestre en el Bayer Leverkusen y dejó buena imagen.
Sin duda, Vallecas se ha convertido en el jardín del Panda esta temporada, donde su presencia es ya clave para un Celta que se agarra a su delantero para sumar puntos y que no se hunda en la tabla.
