Cáceres rescata un capítulo poco conocido de su historia: la lucha contra el paludismo, una enfermedad que marcó a varias comarcas de la provincia durante el siglo XX. Desde septiembre y hasta diciembre, el complejo San Francisco de Cáceres alberga la exposición La Lucha contra el paludismo en la España del siglo XX, una muestra que revela la realidad sanitaria y científica que enfrentó esta región.
La provincia fue en su momento una “meca del paludismo”, con una incidencia tan alta que las zonas de Talayuela, Navalmoral de la Mata, La Vera, Campo Arañuelo y el Valle del Jerte concentran un pasado que combina investigación y sufrimiento. En esos años, Navalmoral fue un centro mundial de investigación contra el paludismo gracias a un Instituto Antipalúdico y a una estación experimental en Talayuela, que trabajaron hasta lograr la erradicación en 1964.
Ignacio Chato, comisario de la exposición, destaca que esta batalla sanitaria fue “una de las epopeyas más importantes que han ocurrido en Extremadura en el siglo XX” y recalca lo desconocida que está esta historia entre los propios extremeños. Según él, esa zona con altos índices de contagio y condiciones climáticas propicias para el mosquito fue vital para avances científicos.
La muestra recupera figuras históricas como Sadí De Buen, su hermano Eliseo, Gustavo Pittaluga y Álvaro Lozano. Todos ellos representan la lucha que culminó en el fin del paludismo en España. La exhibición pone el foco no solo en el aspecto médico, sino también en el impacto social, con una red de dispensarios extendida por varias comarcas para atender a los afectados.
El propósito de esta exhibición es también educativo. Está pensada para que colegios e institutos puedan acercarse a ella, aunque su formato visual y accesible la hace apta para cualquier público. Tras su paso por Cáceres, la exposición viajará a Talayuela, donde se planea abrir un nuevo espacio dedicado a esta historia. El comisario también quiere promover una ruta cultural que conecte diferentes puntos clave en la provincia, como Jarandilla o Losar de la Vera, para seguir difundiendo esta página del pasado regional.
El testimonio histórico incluye un momento en el que mientras la investigación médica mundial se centraba en otros temas, el gen central de la ciencia contra el paludismo estaba en Extremadura. Esta paradoja resalta aún más el papel crucial que tuvo Cáceres en una batalla que salvó vidas y cambió la salud pública en España.
