El cambio climático está impactando directamente en las enfermedades respiratorias, especialmente para quienes sufren asma y bronquiolitis crónica. Según el neumólogo Diego Aisa Carpio, los periodos de alergias cada vez son más largos y severos, lo que agrava la salud de estos pacientes.
El aumento sostenido de temperaturas y la alteración en los ciclos climáticos provocan que las emisiones de polvo, pólenes y otros alérgenos se intensifiquen y se extiendan en el tiempo. Esto obliga a los pacientes vulnerables a adaptar sus tratamientos y a estar más atentos a las alertas ambientales.
Aisa Carpio subraya la importancia de adoptar buenas prácticas para mitigar los efectos. Entre ellas destaca evitar la exposición prolongada a exteriores durante las horas de mayor concentración de alérgenos, mantener una estricta medicación bajo supervisión médica y adaptar el hogar para minimizar los irritantes ambientales.
Este fenómeno climático no solo afecta la calidad de vida sino que también genera mayor demanda en los servicios de salud neumológica en España, que desde hace años reportan incrementos en consultas por crisis asmáticas y dificultades respiratorias relacionadas con alergias.
Los especialistas recomiendan que quienes sufren estas enfermedades mantengan un control riguroso y revisen sus planes médicos con anticipación ante cambios bruscos o prolongados del clima, que ya forman parte de la nueva normalidad.
El cambio climático, por tanto, no es solo un problema ambiental, es una amenaza creciente para la salud respiratoria de millones en España que deben prepararse a largo plazo.
