Carlos Mazón ha presentado su dimisión como presidente de la Generalitat Valenciana, apenas dos años después de llegar al poder con una alianza del PP y Vox. La decisión llega tras un año marcado por una profunda crisis política e institucional provocada por la gestión del temporal dana que el 29 de octubre de 2024 dejó 229 muertos en la huerta de Valencia.
La controvertida actuación de Mazón durante la catástrofe ha sido el detonante. El episodio más duro para su gestión ocurrió el mismo día del desastre. Según los registros, el presidente estuvo ausente durante cinco horas cruciales mientras la alerta se activaba a las 20:11, cuando ya era demasiado tarde para muchas víctimas.
Durante meses, Mazón ofreció versiones contradictorias sobre dónde estuvo aquella tarde. Este hecho erosionó su confianza pública y desató un rechazo masivo. Manifestaciones multitudinarias, abucheos en actos públicos y el rechazo explícito de familiares de las víctimas marcaron su último año en el cargo.
El funeral del primer aniversario de la riada fue determinante. Al llegar fue recibido con insultos y gritos como “rata cobarde” y “asesino” por parte de los afectados y sus familiares. Mazón quedó aislado política y socialmente, con una presión constante de calles y medios imposible de sortear.
Una carrera marcada por giros y polémicas
Mazón, nacido en Alicante en 1974, inició su carrera en los años 90 ligado al zaplanismo, en el seno del PP. Ocupó diversos cargos en la Generalitat durante gobiernos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, años marcados por un estilo conservador clásico. Más tarde, tras una década gestionando la Cámara de Comercio de Alicante, regresó a la política activa con un giro a la derecha radical y una alianza con Vox que pocos vieron venir.
Su presidencia en la Generalitat fue la primera bajo el mandato del PP en coalición con la ultraderecha en toda España. Durante estos dos años, impulsó reformas que la oposición calificó de “contrarreformas”, derribando leyes de memoria democrática, transparencia, pluralismo lingüístico y anticorrupción.
Su gestión se hizo también bajo sospechas. En 2023 solicitó excedencia en la Cámara de Comercio, cuyo edificio el Gobierno valenciano acabó subvencionando con 1,5 millones de euros, lo que abrió críticas por posibles conflictos de interés.
En política provincial, Mazón fue clave para que el PP recuperara la Generalitat, con el apoyo decisivo de Ciudadanos para controlar la Diputación de Alicante y asaltar el gobierno autonómico.
Tras anunciar su salida, Mazón reconoció errores en el manejo de la crisis pero pidió un margen para que la sociedad “distingue entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona”.
El relevo en la Generalitat se presume convulso, con un Consell debilitado y la presión social al rojo vivo, en un contexto político que mira ya a las próximas elecciones con la crisis de la dana como telón de fondo.


































