Javier Quintana, compañero de trabajo de Belén Cortés en el piso tutelado de Badajoz donde ocurrió el crimen, lanzó una dura advertencia tras una concentración ciudadana: “Volverá a pasar si no se ponen medidas”.
Con la voz quebrada, Quintana denunció que, tras la muerte de Cortés, las condiciones laborales de quienes trabajan con menores apenas han cambiado. “Lo poco que mejoró fue porque nos organizamos nosotros, no gracias a la Administración ni a la justicia, que se han puesto de lado”, afirmó.
El trabajador denunció que el personal que atiende estos centros está “desprotegido” y que, a pesar de los reiterados informes y denuncias, ni la policía ni la justicia ni la Administración han actuado para evitar que situaciones como esta acaben en tragedia.
“Esto estaba anunciado y se podía haber evitado, pero nadie hizo caso”,
recalcó
También criticó duramente a la consejera responsable, preguntando “¿Dónde está la consejera?” y acusándola de inacción ante una realidad que solo conocen quienes trabajan a diario con estos menores.
Quintana defendió el trabajo de profesionales como Belén, a quienes destacó porque “los menores no le han importado a nadie, y si algo se saca en claro es gracias a ellos”.
La concentración en Badajoz sirvió para exigir cambios urgentes y protección real para los trabajadores del sistema de tutela de menores, advirtiendo que sin reformas profundas, los incidentes podrán repetirse.

































