Un exprofesor del CPI El Espartidero en Zaragoza se enfrenta a un juicio por agresión sexual tras la denuncia de cuatro alumnas de 3º de ESO. Según las menores, ocurrían tocamientos reiterados durante las clases prácticas de tecnología desde el inicio del curso 2022-2023 hasta noviembre, cuando comunicaron lo sucedido a sus profesores.
Las jóvenes declararon en la Audiencia Provincial que el acusado, J. N. R., presuntamente las agarraba de la cintura y rozaba sus genitales mientras les impartía clase. “Me sentía incómoda, no lo miraba ni a la cara”, aseguró una de ellas. Otra explicó que “cuando él pasó por detrás me agarró de la cintura y pasó sus miembros… Me extrañé”. Además, relataron “comentarios inapropiados” y “miradas que no eran de un profesor”.
El maestro, de unos 50 años, negó tajantemente las acusaciones y apuntó a una mala relación con el grupo para justificar la denuncia. “Lo niego rotundamente, me horroriza, me repugna la idea. Llevo años dando clase y jamás he tenido un problema sexual”, afirmó. Defendido por el abogado Javier Osés, señaló que las alumnas eran disruptivas y desatentas en clase, y describió burlas por parte de ellas.
“Eran gamberras, hacían gestos y no atendían. Estas chicas iban a suspender mi asignatura”, dijo el docente.
El director del centro, Ricardo Civera, ratificó la versión de las alumnas y recordó su estado nervioso tras denunciar los hechos. “Me relataron roces y acercamientos que querían hacer públicos. No eran alumnas brillantes pero sí se esforzaban”, declaró Civera.
La Fiscalía y la acusación particular solicitan hasta cuatro años de cárcel: un año por cada uno de los tres delitos continuados de agresión sexual y año y medio por un cuarto delito del mismo tipo. También reclaman ocho años de libertad vigilada y siete años de inhabilitación para trabajar con menores.


































