Decenas de miles de personas salieron a las calles en Madrid, Barcelona, Sevilla, Toledo y Alicante este fin de semana para protestar contra el genocidio en Gaza y mostrar su apoyo al pueblo palestino.
Las movilizaciones, que se repiten por todo el mundo, han generado un ambiente de protesta masiva que evoca movimientos históricos como el ‘No a la guerra’ contra la invasión de Irak hace más de 20 años, cuando España rechazó la complicidad ofrecida por el gobierno de Aznar a Estados Unidos.
Expertos como el politólogo Pablo Simón, profesor de la Universidad Carlos III, señalan que este auge de protestas puede ser un “evento politizador” de una nueva generación, con potencial para marcar un giro en la izquierda y redefinir ideales políticos en España y en otros países.
Las imágenes de estas grandes concentraciones reflejan una creciente movilización social que no solo pide el fin inmediato de las hostilidades, sino que también reclama una respuesta política más contundente frente a la crisis humanitaria en Gaza.
En las calles, gritos, pancartas y consignas exigen el cese del bombardeo y denuncian lo que califican como un genocidio. La protesta de esta semana invita a comparar la escala y la intensidad con movimientos sociales que definieron hace dos décadas la política española y europea.
Fuentes oficiales confirmaron que las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes graves, con un seguimiento masivo en todas las ciudades principales, que ratifican el creciente interés y compromiso social con el conflicto palestino.
Este episodio recuerda también la capacidad de las protestas para canalizar preocupaciones políticas profundas y generar cambios claros en la opinión pública, un terreno al que el actual activismo parece querer regresar con fuerza pocas semanas después de la escalada del conflicto en Oriente Medio.
