Decenas de miembros españoles de la Global Sumud Flotilla a Gaza acusan a Israel de malos tratos tras su detención en aguas internacionales el pasado miércoles. Describen golpes, humillaciones, negativa de insulina a diabéticos y haber estado horas atados de pies y manos.
El periodista Néstor Prieto, deportado este domingo a Madrid, relató ante los medios:
“Nos han golpeado, nos han arrastrado por el suelo, nos han atado de pies y manos, nos han metido en jaulas, nos han insultado, nos han impedido dormir, nos han negado asistencia médica.”
Prieto añadió que tampoco les dieron agua potable ni alimentos durante su encarcelamiento y que el trato fue denigrante. El diputado valenciano Juan Bordera confirmó que algunos presentan lesiones graves como golpes en las costillas.
La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau denunció un entorno hostil en prisión, donde Israel exhibió una imagen de Gaza destruida con un cartel que decía: “Bienvenidos a la nueva Gaza”.
Activistas internacionales también reportaron abusos: la activista sueca Greta Thunberg fue confinada en una celda con chinches y sufrió deshidratación según diplomáticos suecos. El activista turco Ersin Celik afirmó que fue arrastrada del pelo y obligada a besar la bandera israelí.
El Ministerio de Exteriores de Israel rechazó las acusaciones y calificó las denuncias como “mentiras descaradas”, asegurando que los derechos de los detenidos se respetan en su totalidad.
El ministro ultranacionalista israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se mostró orgulloso de que los activistas recibieran un trato “de terroristas”.
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, confirmó que ha recibido denuncias verbales de malos tratos por parte de ciudadanos españoles y que tras la llegada de todos los detenidos se estudiarán posibles acciones. Albares indicó que en el aeropuerto de Ben Gurion se puso a disposición un equipo forense para que los deportados pudieran hacerse reconocimientos médicos.
Albares reclama a Israel que garantice “agua potable, alimentos y tratamiento médico” a los detenidos, y advirtió que España abrirá una investigación y denunciará “estos maltratos” si hay pruebas.
La embajadora israelí en España, Dana Elrich, rechazó las acusaciones en un mensaje en redes y llamó a no atender “provocaciones” que, según ella, buscan entorpecer un proceso de paz.
España retiró temporalmente a su embajadora en Tel Aviv tras insultos israelíes contra el presidente Sánchez, la vicepresidenta Díaz y la ministra Rego, un episodio vinculado a este conflicto diplomático.
El eurodiputado Jaume Asens, abogado de la Flotilla, adelantó que estudiarán presentar denuncias formales por los abusos y pedirá a la Fiscalía que requiera documentación a Israel para verificar posibles falsificaciones en firmas de deportación.
Israel confirmó que este lunes permitirá la salida del resto de españoles detenidos, tras ya haber deportado en dos grupos desde el aeropuerto de Ben Gurion. Albares espera completar hoy las conversaciones con la totalidad de los tripulantes españoles.
El incidente supone una nueva crisis diplomática que tensiona aún más las relaciones España-Israel y reaviva la atención sobre la situación en Gaza y el trato a presos palestinos. Según Naciones Unidas, Israel mantiene a más de 11.000 palestinos encarcelados, la mitad sin cargos, y al menos 75 han muerto en prisión.
