El Barça volvió a mostrar una imagen preocupante y cayó derrotado en casa frente al Zalgiris, que se impuso con facilidad en el Palau esta semana. El equipo azulgrana, incapaz de encadenar dos victorias seguidas, sufrió desde el arranque con un parcial demoledor de 0-9 que marcó el tono del partido.
La defensa barcelonista fue una pesadilla durante todo el encuentro. Zalgiris se aprovechó de esa fragilidad, castigando con triples y dominando casi a placer. Lo y Sirvydis brillaron, sumando 14 y 10 puntos respectivamente, y aunque Lo fue expulsado por acumulación de faltas, el daño ya estaba hecho.
El Barça no pudo contar con Nigel Williams-Goss, que apenas estuvo 85 segundos en pista por lesión tras anotar los primeros cuatro puntos del partido. A pesar de los esfuerzos de Parra y Shengelia, con 17 y 13 puntos, el conjunto local no encontró soluciones en ataque ni logró corregir su defensa.
Los errores siguieron acumulándose y Zalgiris llegó al descanso 13 puntos arriba (39-52), ventaja que creció a 46-70 a mitad del tercer cuarto después de que Shengelia recibiera su cuarta falta y fuera relevantemente penalizado en el banquillo.
La grada respondió con abucheos y dejó el estadio antes del final, una señal clara de la decepción y la desilusión hacia el equipo. Ni siquiera el esfuerzo final del Barça en el último cuarto, castigando al rival a solo 13 puntos en esos diez minutos, fue suficiente para maquillar su caída.
Este traspié se suma al mal momento del equipo, que parece avanzar cojeando en una temporada donde ya se empieza a notar la frustración de su afición. El Barça afronta ahora tres partidos en seis días en el Palau, una prueba dura para un equipo que deberá encontrar rápido el rumbo si no quiere quedar relegado en la lucha.


































