El columnista Pedro Luis Angosto publica una tribuna en la que expone con humor negro e ironía los delirios y riesgos del fascismo contemporáneo que afecta a España.
Angosto no se anda con rodeos. Describe la amenaza fascista como un fenómeno que combina ideologías extremas con una peligrosa banalización de la violencia política. En su artículo, advierte que este resurgir no es un problema aislado, sino un síntoma que afecta a la democracia y a la estabilidad social en España.
Desde perspectivas irónicas, el columnista apunta a cómo ciertos sectores políticos y sociales alimentan este entorno con discursos radicales y discursos que rozan el odio.
Sin nombrar directamente a formaciones concretas, Angosto critica las actitudes que buscan polarizar y enfrentar a la sociedad española, lo que, según él, facilita el avance de ideologías oscuras disfrazadas de defensa nacional.
El texto sirve además como llamada de atención para que lectores y ciudadanos comprendan que el fascismo no es solo historia, sino una realidad peligrosa que revive bajo nuevas formas y que puede condicionar el futuro del país
Este mensaje llega en un contexto europeo con debates similares sobre la extrema derecha y su papel en democracias consolidadas.
Pedro Luis Angosto utiliza la ironía como recurso para desmontar los argumentos simplistas y alertar sin alarmismo pero con contundencia.
