El Gobierno de Pedro Sánchez ha concedido la nacionalidad española a 240.000 hijos y nietos de exiliados españoles en América tras la Guerra Civil, según informó hoy el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.
Estas nacionalizaciones se enmarcan en la Ley de Memoria Democrática de 2022, que permite que descendientes hasta segunda generación de quienes perdieron o renunciaron a la nacionalidad española por razones políticas, ideológicas o de identidad puedan recuperarla.
Hasta julio, el Ejecutivo ha tramitado 876.321 solicitudes, de las que ha aprobado un 27%, cifra que sigue creciendo al extenderse los plazos para presentar peticiones hasta el 21 de octubre. El Gobierno calcula que el número final se conocerá tras el cierre del proceso el 31 de diciembre.
Además de los descendientes de exiliados, la ley también reconoce este derecho a hijos nacidos en el extranjero de mujeres españolas que perdieron la nacionalidad por casarse con extranjeros antes de 1978, así como a hijos adultos de españoles que recuperaron su nacionalidad recientemente bajo esta misma legislación o la Ley de Memoria Histórica del 2007.
Este movimiento busca reparar el daño ocasionado por el exilio provocado durante y después de la Guerra Civil, que forzó a miles a abandonar España. La medida afecta mayormente a familias en América Latina, donde la diáspora española es significativa.
El ministro Torres remarcó que la Ley de Memoria Democrática tiene como objetivo abordar la “justicia histórica” pendiente décadas después del conflicto, resaltando la importancia de la nacionalidad como vínculo esencial para muchos españoles y sus descendientes.
Con esta ampliación, el Gobierno busca cumplir con compromisos adquiridos en la última legislatura para facilitar la recuperación de la nacionalidad a las víctimas del exilio por razones políticas o ideológicas, un paso con fuerte carga simbólica y práctica para cientos de miles.
