El Ibex 35 abrió la sesión de este miércoles con una caída cercana al 1%, dejando al selectivo español por debajo de los 16.000 puntos, un nivel psicológico clave. La presión sobre el índice viene principalmente por el fuerte castigo a Telefónica y Grifols, que registran descensos por encima del 5% y 2%, respectivamente.
Grifols, que cayó un 5,36% en los primeros minutos, sufrió la mayor presión tras presentar ayer un beneficio neto de 304 millones de euros hasta septiembre, más del triple que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el mercado reaccionó negativamente: a pesar de que el director financiero, Rahul Srinivasan, anunció una revisión al alza de ingresos para 2025, las acciones se desplomaron de inicio.
Telefónica también fue arrastrada a la baja tras confirmar su presidente, Marc Murtra, la salida de Venezuela, México y Chile para reducir su exposición en Latinoamérica, lo que suma incertidumbre sobre sus perspectivas.
En contraste, algunas compañías como Colonial (+0,37%), Solaria (+0,36%) y Naturgy (+0,77%) lograron tímidos avances, pero no lograron contrarrestar el retroceso general.
El castigo a la Bolsa española se replica en Europa, con caídas en Fráncfort (-0,73%), París (-0,69%), Milán (-0,63%) y Londres (-0,35%). La tensión proviene también de Wall Street, que cerró en rojo ayer tras una subida en la volatilidad y temores a una corrección en el sector de la inteligencia artificial.
El Nasdaq perdió un 2,04%, afectando a tecnológicas como Palantir (-8%), Intel (-6%), Nvidia (-4%) y otras, pese a resultados positivos en algunos casos. El S&P 500 y el Dow Jones también cedieron.
El precio del barril de Brent bajó un 0,12%, situándose en 64,36 dólares, y el dólar se mantiene estable frente al euro en 1,1489. Los bonos a 10 años bajaron su interés hasta el 3,150%, un reflejo de la cautela de los inversionistas ante la incertidumbre global.
Además, Atrys Health vendió la totalidad de su filial Aspy Global Services a Grupo Echevarne por 145 millones de euros, una operación destacada en el sector sanitario español.
En resumen, la caída del Ibex 35 refleja la suma de factores internos, como las reestructuraciones corporativas de empresas clave, y el impacto externo por el temor de una corrección bursátil global, centrada en las tecnológicas líderes y la volatilidad de los mercados.


































