Santa Cruz de Tenerife prepara un aumento del 50 % en el impuesto de basura a partir del 1 de enero de 2026 debido a una directiva europea que el Gobierno de España trasladará directamente a los ayuntamientos. El concejal de Hacienda, José Alberto Díaz-Estébanez, admitió que la subida es “obligada, inevitable, inexplicable e improductiva”.
Actualmente, el impuesto ronda una media de 70 euros, pero con la nueva norma se elevará a 105 euros. Cada caso se ajustará según factores como el valor catastral del inmueble, el número de residentes o la actividad económica en caso de empresas.
Díaz-Estébanez denunció que el incremento no ha sido explicado a la ciudadanía, que verá cómo sube el importe sin mejoras inmediatas en el servicio. “Esta subida nos envenena”, admitió durante la rueda de prensa celebrada esta semana.
El concejal aseguró que las bonificaciones para familias en riesgo de exclusión social, inmuebles desocupados y domicilios alejados de los contenedores (más de 200 metros) se mantendrán. En contraste, los pisos de alquiler vacacional no tendrán derecho a ninguna bonificación según la decisión municipal.
Planes a largo plazo con tecnología para incentivar el reciclaje
En un intento por modernizar la gestión de residuos, el Ayuntamiento prevé instalar contenedores inteligentes que detectarán la cantidad de basura que genera cada vecino. Estos dispositivos identificarán a cada usuario y otorgarán bonificaciones a quienes reciclen más, explicaba el concejal.
Hasta ahora, parte del impuesto era asumida por el Cabildo de Tenerife y el propio Ayuntamiento. Este paso hacia un modelo más costoso responde a la transposición de la legislación europea sobre residuos, que busca mejorar la gestión pero aumenta el coste para el ciudadano.
La nueva tarifa será efectiva desde enero de 2026, un golpe directo al bolsillo de los vecinos y empresas cuyo impacto será creciente en los próximos meses. La polémica ya está servida, especialmente por la falta de información previa a la población. El Ayuntamiento tendrá que gestionar la reacción social y ofrecer alternativas para mejorar la percepción y el objetivo de la subida.
