El Partido Popular lanzó esta semana una dura ofensiva contra el PSOE al denunciar pagos en sobresueldos no declarados dentro de la formación socialista.
Los populares exigen a Ferraz que aporte pruebas materiales que demuestren que no existe una caja B en el partido. La acusación se centra en que directivos del PSOE podrían estar recibiendo compensaciones económicas “en negro”, bajo la mesa, fuera de los registros oficiales.
Fuentes dentro del PP aseguran que, sin evidencia clara, el PSOE mantiene opacidad en sus finanzas internas. El mensaje es claro: quieren dejar en evidencia la falta de transparencia y presionar al partido de Sánchez para que explique con documentos los movimientos de dinero que hasta ahora se mantienen sin aclarar.
Desde Ferraz, por ahora, no ha habido respuesta oficial que aporte datos o desmienta las acusaciones, lo que, según el PP, aumenta las sospechas sobre la existencia de una caja paralela que financia actividades o beneficios internos fuera de los cauces legales.
El conflicto se enmarca en un momento político de máxima tensión entre ambas formaciones, con el PP aprovechando cualquier resquicio para poner en duda la integridad del PSOE antes de futuras citas electorales.
La presión mediática y política apunta ahora a que Ferraz tome cartas en el asunto y abra auditorías internas bajo supervisión externa para despejar las dudas o confirmar irregularidades.
La polémica sobre las finanzas del PSOE no es nueva, pero la denuncia del PP añade un nuevo capítulo que puede tener consecuencias en la estabilidad del Gobierno y la credibilidad del partido frente a sus votantes.
Seguiremos atentos a la evolución de esta denuncia y a las posibles respuestas oficiales que hoy siguen sin llegar.
