El Sepulcro de El Carpio regresó ayer a la Basílica de San Pedro tras participar en el Magno Vía Crucis de Córdoba, uno de los eventos religiosos más destacados de la ciudad. La procesión, acompañada por la banda de Ministriles Hispalenses, fue el escenario para presentar dos novedades importantes.
La familia Solís Zurita donó un nuevo sudario para el Señor del Santo Sepulcro, obra de la artista María Gómez Lorente. Además, se mostró la nueva cruz de guía que preside la imagen de Cristo crucificado, una réplica exacta del titular obtenida mediante tecnología de escaneo digital 3D, una innovación única en este tipo de ceremonias.
El recorrido siguió hasta la iglesia del Remedio de Ánimas y fue seguido de cerca por fieles y expertos en patrimonio religioso, quienes destacaron la importancia de combinar tradición con tecnología para conservar y renovar símbolos religiosos.
Los horarios de los traslados de regreso al templo están ya disponibles para quienes deseen acompañar al Sepulcro en las próximas fechas. La procesión mantiene su arraigo y relevancia en Córdoba, al reunir a miles de personas cada año en torno a una elaboración visual y sonora cuidada al detalle.
El Magno Vía Crucis consolida su importancia cultural tras años siendo un referente de la Semana Santa cordobesa, y este retorno pone especial destaque en la renovación de su patrimonio con respeto a su tradición centenaria.
