El tripartito de Cangas presentó esta semana el proyecto para rehabilitar las naves de Córdoba, conocidas como el entorno de Ojea, en un acto público al que no asistieron concejales del Partido Popular ni de Alternativa dos Veciños (AV).
La alcaldesa Araceli Gestido (BNG), acompañada por la concejala de Obras Sagrario Martínez (PSOE) y la edil de Cultura Aurora Prieto (Esquerda Unida), mostró las líneas del proyecto diseñado por el arquitecto Rodrigo Currás. La inversión asciende a 2,9 millones de euros y contempla una rehabilitación que combina elementos tradicionales con arquitectura moderna, incluyendo reutilización de tejas para las paredes y la recuperación del desaparecido torreón, manteniendo toda la madera posible.
El proyecto apunta a reforzar la luminosidad del inmueble con tejas de cristal en la cubierta. Currás dijo que las paredes actuales ofrecen una seguridad aparente aunque advirtió que el proyecto es básico y aún falta realizar calicatas para comprobar la estabilidad del terreno, condicionado por estar en zona de relleno junto a un helipuerto.
Durante el acto, vecinos cuestionaron el nombre “Ojea” para las naves, señalando que esta denominación es imprecisa. El investigador Luis Guimeráns afirmó que las naves fueron constructions de otras empresas como Córdoba, Lago Paganini o Iglesias, y no de Ojea. La alcaldesa reconoció la dificultad para cambiar el nombre, ya que el público ya identifica el espacio con Ojea.
El proyecto incluye un pequeño aula y talleres para cursos y exposiciones, además de un espacio para actuaciones musicales. Se prevé que la obra dure alrededor de un año y medio, aunque el arquitecto advirtió que los trámites burocráticos podrían retrasar el inicio y la ejecución.
La ausencia del PP y AV en un acto abierto al público y a la oposición levantó polémica, ya que se esperaba un debate con preguntas entre vecinos y grupos políticos. El edil de Urbanismo, Antón Iglesias (BNG), defendió la conservación de otras naves del entorno, catalogadas como bienes culturales.
El siguiente paso es presentar el proyecto ante el Litoral de la Xunta de Galicia para obtener la concesión administrativa, ya que Costas prometió su gestión en su día, aunque ahora corresponde a la Xunta. La obra busca ser un punto de inflexión en la revitalización de Cangas, aunque con el pulso político visible.


































