El Vaticano ha impuesto una reestructuración radical al Opus Dei, dividiendo su antigua prelatura personal en tres entidades diferenciadas: la prelatura, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y la Asociación de fieles. Esta medida responde a la exigencia del papa Francisco I de adaptar los estatutos del Opus Dei para aumentar transparencia y democracia interna, siguiendo la reforma general de las constituciones de los movimientos católicos.
El Opus Dei no es un movimiento tradicional sino una prelatura personal única que combinaba varias ramas en un solo cuerpo canónico, algo problemático para Roma. Fue durante el pontificado de Juan Pablo II cuando logró adaptarse y encontrar acomodo formal. Sin embargo, el actual papa ha decidido que cada una de sus tres ramas funcione de manera autónoma conforme a su esencia original.
El prelado actual, Fernando Ocariz, ha asegurado que el carisma y espíritu del fundador, Josemaría Escrivá de Balaguer, se mantendrán vivos en las tres estructuras, aunque cambien las formas legales. Desde dentro del Opus se ve este cambio como una oportunidad más que una destrucción, aunque hay lamentos por la desaparición de la prelatura personal tal como se conocía.
En círculos vaticanos y externos se especula si esta división responde a una estrategia para limitar el poder del Opus Dei dentro de la Iglesia o si es una reacción a fallos internos de control y ciertos episodios polémicos. También se ha hablado de tensiones subyacentes con otras influencias dentro del Vaticano, como los jesuitas, pero nada se confirma oficialmente.
El patrimonio material, como universidades y editoriales vinculadas al Opus Dei, seguirá bajo control de las respectivas nuevas entidades sin cambios significativos. La división es legal y canónica, no económica ni operativa, por lo que el trabajo conjunto sigue garantizado.
Este cambio histórico refleja las reticencias que Roma mantiene hacia movimientos que aparentan ser «una iglesia dentro de la Iglesia», fenómeno siempre bajo vigilancia para evitar integrismos o desviaciones. Habrá que ver cómo evolucionan estas tres ramas en la nueva estructura establecida.
