Emma Watson, la actriz británica conocida por su papel de Hermione Granger, ha lanzado una crítica contundente contra la presión social que obliga a casarse para sentirse realizado. A sus 35 años, Watson defiende que el matrimonio no debe imponerse ni considerarse un requisito para la felicidad.
En una entrevista para el podcast On Purpose with Jay Shetty, Watson calificó esta expectativa como “una violencia y una crueldad” que desvaloriza a quienes no siguen ese camino. “El matrimonio no puede ni debe imponerse nunca. Es lo menos romántico que se me ocurre”, dijo la actriz, actualmente soltera, que ha decidido priorizar su bienestar y libertad personal.
Watson, quien en 2019 decidió alejarse temporalmente de Hollywood tras sentirse “enjaulada” por la rutina y la presión mediática, confesó que de haber seguido las normas sociales, hoy podría estar divorciada. “Ahora sé quién soy, lo que me importa y dónde tiene sentido vivir para mí”, afirmó, reconociendo además que antes enviaba “señales confusas” a las personas que intentaban estar con ella.
La actriz también habló sobre la influencia clave de su madre, quien le enseñó que no debe estar con alguien por obligación, sino solo si realmente lo desea. Ese aprendizaje de autocuidado y amor propio le ha permitido encontrar su camino y felicidad más allá de una relación romántica.
Emma Watson no solo rechaza la presión para casarse, sino también los estándares de belleza inalcanzables que impone la industria del cine. “Las exigencias son una barbaridad. Es imposible. El listón sube constantemente y acabas atrapada en un programa de supervivencia, una pesadilla”, relató. Tras años bajo esos parámetros, ahora opta por decidir libremente cómo vivir su vida, lejos de imposiciones.
Su postura abre un debate sobre los roles tradicionales y la presión social que sufren muchas mujeres, especialmente en el mundo del espectáculo, y pone en primer plano una reflexión sobre el valor individual sin depender de rótulos sociales como el matrimonio.
