Este domingo 26 de octubre España cambia oficialmente al horario de invierno. A las 03:00 horas los relojes se atrasarán una hora hasta las 02:00, sumando una hora extra al día con un total de 25 horas.
El ajuste se aplicará en toda la península, Baleares, Ceuta y Melilla, mientras que en Canarias el cambio se hará de 02:00 a 01:00. Este cambio supone la despedida del horario de verano y un regreso a jornadas con más luz por la mañana y tardes que oscurecen antes.
Este movimiento, obligatorio por la normativa europea, busca aprovechar mejor la luz solar y lograr un pequeño ahorro energético. Sin embargo, el debate sobre su utilidad sigue abierto. Aunque se gana claridad en las mañanas, las tardes pierden horas de luz y muchos notan un impacto en su salud.
Especialistas advierten sobre la ruptura del ritmo circadiano, el reloj interno que regula funciones vitales como el descanso y el apetito. En los primeros días tras el cambio, es habitual sufrir cansancio excesivo, somnolencia, irritabilidad y problemas de concentración. Los síntomas pueden durar hasta una semana, especialmente en personas con trastornos de sueño.
Además, estudios han detectado un aumento leve pero significativo en eventos cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares tras estos cambios de hora, reflejo del estrés que provoca el ajuste en el organismo.
La menor luz por la tarde también puede favorecer el trastorno afectivo estacional, vinculado a síntomas de apatía y baja emocional, especialmente en quienes tienen predisposición a la depresión.
Los expertos recomiendan aprovechar la luz natural de la mañana, mantener horarios de sueño regulares, reducir el consumo de cafeína y cuidar la alimentación para facilitar la adaptación.
Este es el sexto cambio horario en España en el 2024, una tradición de décadas que continúa generando división, pero que el país renueva una vez más esta madrugada para cumplir con la reglamentación europea y ajustar sus relojes al invierno.
