Un falso médico identificado como Pablo Albores Cabanina ejerció durante meses en el servicio de urgencias del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, según consta en una sentencia reciente del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Pontevedra. El acusado, sin titulación oficial, además trabajó en medicina general en un centro de ADESLAS en Pontevedra entre octubre y noviembre de 2024, renunciando el día 13 de noviembre.
La Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia confirmó el caso, lamentó la situación y culpó al Ministerio de Sanidad por avalar el título falso que permitió la contratación. Según la Xunta, Albores fue contratado tras comprobar su colegiación oficial, un proceso que ahora admiten fue erróneo, y rechazan que haya habido reclamaciones por la atención recibida en urgencias, dato que fuentes externas contradicen.
Una de las denunciantes, Laura Martínez, presentó reclamación formal tras un trato considerado negligente y despectivo en urgencias. Martínez aseguró que Albores minimizó sus autolesiones y le hizo preguntas inapropiadas, como si deseaba ser madre, lo que pone en cuestión la seguridad de los pacientes atendidos.
El engaño de Albores no es nuevo. Fue presentado en 2022 por una clínica en el barrio de Salamanca de Madrid como especialista en medicina interna suiza y jefe de un equipo de biotecnólogos, información que ahora se ha demostrado falsa. La sentencia confirma que falsificó al menos tres títulos médicos y se publicitó en varios portales médicos en España sin acreditar la titulación necesaria.
Aunque la condena alcanza los ocho meses de prisión y multa de 600 euros, no ingresará en cárcel por carecer de antecedentes y haber pactado la sentencia con la fiscalía. La Xunta insiste en que solo trabajó en urgencias y que no hay denuncias, pero el diario Faro de Vigo publicó la reclamación de Martínez y otros cuestionamientos sobre su actividad.
El caso plantea dudas sobre los controles de acceso a puestos sensibles en el sistema público de salud gallego, especialmente en áreas de alta presión como las urgencias hospitalarias. Pablo Albores también tuvo actividades públicas polémicas en Vigo, como su breve paso en 2010 como director de la Fundación Puerto de Vigo, donde salió tras una polémica.
La Xunta ha pedido disculpas por el “daño causado” y asegurado que mejorarán los filtros para evitar casos similares en el futuro, apuntando directamente al Ministerio de Sanidad por la validación de títulos extranjeros. El escándalo deja en evidencia fallos administrativos graves en una de las comunidades con más presión sanitaria en España.


































