Felipe VI decidió no emplear la palabra “genocidio” para referirse a la ofensiva israelí en Gaza en su intervención ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. La Casa del Rey confirma que todos sus discursos siguen las directrices del Gobierno central para mantener la diplomacia y el respeto al pluralismo político español.
En los últimos días, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado directamente a Binyamin Netanyahu de genocidio contra la población palestina. Pero la figura principal del PP, Alberto Núñez Feijóo, evitaba ese término, usando “masacre”, palabra que finalmente empleó el Monarca, diciendo:
“Clamamos, imploramos, exigimos: detengan ya esta masacre”
El Rey evitó un choque frontal con el PP y otras fuerzas conservadoras como Vox, que no usan “genocidio”. Esta actitud sigue su estrategia de equilibrios, similar a la que aplicó su padre, Juan Carlos I, durante la invasión de Irak en 2003, cuando mantuvo una postura ambigua para no romper la unidad política en España.
La palabra “genocidio” divide actualmente a los dos principales partidos españoles. Sánchez ha sido tajante en responsabilizar a Netanyahu, mientras que Feijóo ha modulado su discurso para evitar términos que puedan tensar el debate interno, aunque en los últimos días ha endurecido su postura al hablar de “masacre”.
En su discurso, Felipe VI fue claro en denunciar la devastación a civiles, bombardeos sobre hospitales, escuelas y desplazamientos forzosos, sin llegar a usar el término que podría profundizar la fractura política. El Rey dijo:
“No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante la devastación, los bombardeos, incluso de hospitales, escuelas o lugares de refugio”
En la agenda del Monarca está preservar la unidad institucional y social, respetando la pluralidad parlamentaria en momentos en que el país está dividido sobre la crisis internacional de Gaza. La Casa Real trabaja en consonancia con las líneas oficiales que marcan el Gobierno y evita gestos que puedan ser interpretados como partidistas.
La ausencia del término “genocidio” también refleja la realidad política en España, donde voces destacadas del PP mantienen posiciones más tibias frente a la ofensiva israelí. El expresidente Aznar afirmó que detener la operación sería “poner al mundo occidental en el borde de la derrota total”, lo que evidencia la diversidad de opiniones dentro del bloque conservador.
Este calculado equilibrio es una constante en la Corona. Este mismo año, Felipe VI rechazó acudir a un acto del 50 aniversario de la muerte de Franco convocado por el Gobierno de Sánchez, consciente de que PP y Vox no compartían esa conmemoración. El papel del Rey busca la integración sin alentar divisiones que afectan al Estado.
