Fernando Rosso, conductor del programa Círculo Rojo, lanzó una dura crítica esta semana al panorama político en Argentina tras las últimas elecciones. En una entrevista con Radio Con Vos, Rosso denunció la formación de un “consenso resignado” dentro de la oposición que busca virar hacia la derecha.
Rosso señaló que la oposición parece apostar a ganar a cualquier costo electoral sin entender que eso no garantiza un vínculo social sólido. “Creen que ganar una elección implica un lazo social, pero eso no existe ni en Argentina ni en el mundo”, afirmó.
Sobre el contexto económico y político donde se evitó una crisis mayor, apuntó directamente a la “intervención inédita” de Estados Unidos. Según Rosso, la potencia mundial actuó para evitar que el Banco Central se quedara sin dólares y frenar un estallido económico en el país, empleando una especie de presión política y social para influir en la votación hacia Javier Milei.
“La gente no votó a Milei por sus programas, sino porque la economía más poderosa del mundo intervino diciendo: ‘O votan a Milei o lo van a pasar mal’”
Rosso criticó la “memoria corta” del peronismo oficial, que según él simula ignorar el desgaste que sufrió en los últimos años, principalmente bajo la gestión del Frente de Todos. Destacó la carta de Cristina Kirchner alertando a los gobernadores como Axel Kicillof, un diálogo “desde arriba” que no refleja la realidad de la gente que trabaja y lucha día a día.
En el terreno laboral, Rosso cuestionó la visión que busca eliminar derechos históricos y flexibilizar las condiciones de trabajo, una tendencia que ve consolidarse dentro de sectores del peronismo y ciertos gobernadores. El conductor advirtió que esta “modernización” disfrazada esconde la precarización real que muchos jóvenes aceptan prefiriendo la “libertad” aparente de empleos informales.
“El mercado y el flexibilismo no son el futuro, es una ilusión que produce retrocesos sociales y entrega derechos conquistados por la clase trabajadora”, sostuvo.
Un futuro más conservador y sin organización social
El giro de parte de la oposición hacia la derecha ya estaría bien encaminado, agregó Rosso, no sólo en la estrategia partidaria sino en un consenso del establishment político que busca cerrar discusiones profundas y avanzar hacia un modelo más conservador y de resignación.
Pese a esta tendencia, el periodista advirtió que la relación entre macroeconomía y situación social no puede perderse de vista. “Creen que esto será socialmente aceptado, pero no lo es”, dijo, recordando el voto de sectores sociales que siguen presentes y que podrían replicar o ampliar su fuerza electoral si no se pierde la capacidad de movilización social.
Sobre la expansión de discursos de derecha y autoritarios en la región, como en Brasil con Río de Janeiro, Rosso estimó que son procesos lentos y que no reflejan una voluntad mayoritaria social, sino una polarización creciente en la institucionalidad.
El análisis de Rosso coincide con la sensación de muchos en Argentina y el continente: la política muestra señales de desgaste y realineamientos que podrían complicar la estabilidad social y democrática en el mediano plazo.
						
									

































