El avance en la opa del BBVA sobre Banco Sabadell tiene un actor clave y poco visible: los fondos indexados. Estos vehículos financieros pasivos, que replican índices como el Ibex 35 o el Ibex Banks, ya controlan cerca del 20% del capital social de Sabadell. Entre ellos figuran gigantes estadounidenses como Vanguard, BlackRock, Fidelity y Capital Group.
Además de inversores minoristas y fondos activos, estos fondos pasivos tienen peso decisivo. Aunque un algoritmo ajusta sus carteras para seguir la composición exacta de un índice, la decisión de aceptar una oferta pública de adquisición (OPA) no es automática. Detrás hay comités de inversión que analizan la prima ofrecida, fiscalidad, liquidez y la viabilidad futura tras la compra.
Por ejemplo, el tercer mayor accionista, el mexicano David Martínez con un 3,495% de Sabadell, ya anticipó que aceptará la oferta. Lo mismo BlackRock, con un 0,5% en fondos de gestión activa, según Bloomberg. Pero no todos están de acuerdo. El segundo mayor fondo, Zurich Investment, con un 4,947%, ha rechazado la propuesta.
Fuentes financieras explican que los fondos indexados asignan la participación en la OPA acorde al porcentaje de probabilidad que le dan al éxito de la operación. Esta valoración es una decisión humana, no automática, tomada por gestores y comités tras estudiar toda la documentación. BBVA y Sabadell han reconocido que esta fórmula guía cómo sus acciones se presentan a la opa.
Un caso similar se vivió en EE.UU. con Vanguard durante la opa de Chevron sobre Hess. Vanguard decidió apoyar la oferta tras analizar los detalles, incluyendo la prima, impactos fiscales y beneficios futuros para los accionistas.
Por otro lado, plataformas de gestión automatizada o robo advisors, que combinan fondos indexados según perfil de riesgo, también sienten el impacto pero menor. El CEO de Indexa Capital, Unai Asenjo, afirma que la presencia de BBVA y Sabadell en índices europeos hará que la opa influence su precio, pero el efecto en carteras globales diversificadas será casi irrelevante.
En resumen, la silenciosa pero firme influencia de estos fondos pasivos, con cerca del 20% de las acciones, puede acelerar o frenar la opa, dado que cada movimiento se estudia en mesas de decisiones humanas, no en algoritmos automáticos.
