La palabra fonil, tan común en Canarias para referirse a un embudo, no tiene origen canario sino aragonés, confirma la Academia Canaria de la Lengua. Aunque en las Islas se usa fonil como sinónimo de embudo, en el resto de España y para la Real Academia Española (RAE) embudo es un utensilio cónico que sirve para trasvasar líquidos en general.
Fonil, sin embargo, es un término más específico que designa un embudo usado para envasar líquidos en pipas o toneles, especialmente vino. Esta particularidad justifica que la Academia Canaria considere fonil un canarismo, pese a su procedencia exterior.
El término fonil viene directamente del inglés funnel, pero su llegada y uso se consolidaron en Canarias con un significado propio. Esto refleja cómo el español canario mezcla influencias para formar su rico dialecto.
La Academia se encarga de estudiar y preservar estas variantes para demostrar que el español de Canarias no solo tiene palabras propias sino matices únicos que lo diferencian de la península.
Así, fonil es un ejemplo claro de un vocablo con raíces aragonesas que se convirtió en una palabra clásica canaria, aunque con una definición que no encaja exactamente con el embudo común.
