Galicia se consolida como una ruta clave para el narcotráfico en España, alertó este martes la asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC), que denuncia la insuficiencia de medios y personal para controlar más de 1.500 kilómetros de costa.
En un comunicado, IGC subraya que Galicia concentra el 19% del litoral español y que la plantilla real de la Guardia Civil está por debajo de los 6.000 efectivos anunciados por la Delegación del Gobierno. Según sus cifras, a finales de 2023 había 5.300 guardias civiles y solo se han sumado 328 agentes nuevos, sin descontar bajas por jubilación o traslado.
El desgaste y envejecimiento del cuerpo empeoran la situación: más del 30% de los agentes de base supera los 53 años, lo que limita la operatividad física necesaria para enfrentar métodos cada vez más sofisticados como narcosubmarinos.
Daniel Fernández, portavoz nacional de IGC, advirtió:
“No se puede luchar contra narcosubmarinos con plantillas envejecidas y sin medios adecuados. Galicia está en la primera línea de la batalla y nuestros compañeros trabajan en inferioridad de condiciones.”
Además, la dispersión geográfica y la orografía dificultan el desplazamiento de las patrullas, mientras los nuevos guardias en formación, que actualmente son 114 en la comunidad, no compensan la falta estructural de personal. De esos, 78 son gallegos, pero su presencia es temporal.
La IGC insiste en la urgencia de refuerzos para evitar que Galicia se convierta en la gran puerta de entrada de drogas a Europa. La organización señala que las redes criminales invierten en tecnología y logística avanzadas, superando a un cuerpo con recursos insuficientes para el desafío.
El problema no es solo numérico. La asociación advierte que la complejidad operativa de la extensa costa gallega y el envejecimiento de su plantilla ponen a la Guardia Civil en clara desventaja frente a los narcos.
La advertencia llega en un momento en que el dumping masivo de cocaína en costas gallegas, con métodos nuevos y subacuáticos, ha aumentado. La alerta de IGC sitúa al Ejecutivo y a las fuerzas de seguridad ante el reto inmediato de incrementar las dotaciones y mejorar los recursos para contener a los cárteles.
Por ahora, la Guardia Civil sigue con plantilla insuficiente, envejecida y dispersa ante una costa de alta complejidad, lo que, según los expertos, incrementa los riesgos para España y Europa.
