Un incendio enorme consumió esta madrugada una de las refinerías más importantes de Chevron en las afueras de Los Ángeles, California. Las llamas eran visibles a kilómetros y levantaron una columna densa de humo negro que tiñó el cielo y alertó a los vecinos.
Las autoridades locales movilizaron de inmediato a decenas de dotaciones de bomberos para controlar el fuego que se extendió rápidamente por la planta industrial. Testigos reportaron explosiones y un fuerte olor a gas, lo que aumentó el pánico por un posible desastre mayor.
La policía acordonó toda la zona y ordenó evacuaciones preventivas en los barrios próximos. Una vecina entre lágrimas describió la escena:
«Nunca había visto algo así, parecía una película de terror»
Chevron confirmó el incendio pero no dio detalles sobre las causas ni informó de heridos. Fuentes de emergencia califican la situación como crítica y estiman que las labores para extinguir el fuego podrían durar horas.
El suceso aviva el debate sobre la seguridad de las refinerías ubicadas cerca de zonas urbanas y genera preocupación medioambiental por la nube tóxica que se extiende sobre la región. Organizaciones ecologistas ya alertan del riesgo grave de contaminación.
Además, analistas económicos temen un impacto en el precio de los carburantes, pues la planta de Chevron es clave en el suministro de la costa oeste estadounidense.
Miles de personas siguen angustiadas el avance de las llamas mientras helicópteros sobrevuelan la zona y los equipos de emergencia trabajan sin descanso. Los Ángeles queda otra vez en vilo ante una crisis que puede crecer.
