El Gobierno dio un giro de 180 grados en apenas una semana tras su previsión de recibir un rechazo en el Congreso por la subida de cuotas a autónomos. La propuesta inicial de aumentar esas cuotas fue rectificada por la ministra Elma Saiz, que ahora plantea que los profesionales con mayores ingresos paguen solo 15 euros más, menos que el incremento de 17 euros previsto para quienes ejercen actividades menos rentables o en situación más vulnerable.
La corrección ha encendido las alarmas entre sindicatos como Comisiones Obreras, que califican el movimiento de “pendulazo” y cuestionan la hoja de ruta del Ejecutivo para cerrar la brecha entre las pensiones de los autónomos y los trabajadores por cuenta ajena. Hasta ahora, la ausencia de apoyos parlamentarios y sociales fue evidente, dejando a Saiz sola en la defensa inicial del aumento.
El golpe inverso evidencia no solo un error de cálculo político sino también una falta de consenso que puede poner en riesgo la credibilidad del plan de reformas. La apuesta del Gobierno para igualar las pensiones de jubilación está ahora en el aire, justo cuando la medida debería avanzar con claridad y firmeza.
El Ejecutivo tendrá que detallar cómo logrará su objetivo sin provocar un efecto adverso entre los mismos autónomos, que ya mostraban resistencia a la propuesta original. En esta encrucijada, lo que parecía una subida lineal se ha convertido en un ajuste que agrava la incertidumbre política y social respecto al futuro del sistema de cotizaciones.
La rectificación también deja dudas sobre la capacidad del Gobierno para negociar con los grupos parlamentarios y agentes sociales, además de poner en cuestión la preparación y el análisis previo a presentar cambios tan sensibles. Por ahora, no hay fecha clara para una nueva propuesta ni para un acuerdo definitivo.
