Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, aseguró hoy que el actual nivel de los tipos de interés en la eurozona “es el adecuado” para la situación económica actual. Sin embargo, advirtió que las condiciones siguen siendo inciertas y que la entidad actuará en función de los datos que reciban.
En una rueda de prensa, Guindos recalcó que, aunque el BCE mantiene la política monetaria actual, no descarta ajustar los tipos si las circunstancias cambian. “Las decisiones continuarán adoptándose en función de la evolución de los indicadores económicos y de la inflación”, explicó.
El mensaje llega en un momento clave para la economía europea, que lidia con una inflación aún por controlar y posibles señales de desaceleración. La autoridad monetaria confirma así su intención de mantener el rigor en su política pero con flexibilidad ante un entorno volátil.
Guindos destacó que el BCE seguirá monitorizando variables como el crecimiento económico, la inflación y los riesgos globales para decidir si se mantienen o modifican los costes del crédito en la eurozona.
El vicepresidente insistió en que, a pesar de la presión inflacionaria, “no hay una decisión fija y permanente” y que el banco central actuará mirando siempre los datos disponibles. El mensaje busca dar certidumbre pero admite la posibilidad de cambios según evolucione la situación macroeconómica.
Este posicionamiento contrasta con algunas voces que piden un enfriamiento más rápido de la política monetaria para evitar una recesión y con aquellas que señalan la necesidad de seguir incrementando los tipos para contener la inflación.
El BCE mantiene un seguimiento estrecho del impacto de sus decisiones en los hogares y empresas de la eurozona, escenario que incluye a España, donde el coste del crédito y la inflación siguen siendo preocupaciones clave.
En definitiva, Guindos lanza un mensaje claro: la actual política de tipos “es adecuada” pero el banco central no descarta cambios si la evolución económica lo requiere.
