La circulación del Atlántico, conocida como AMOC, muestra señales de debilitamiento sin precedentes que podrían alterar el clima templado en Europa. Imágenes de alta resolución y datos satelitales detectaron un “cold blob”, una enorme masa de agua más fría, junto con un desplazamiento del Gulf Stream.
Estos fenómenos fueron confirmados a través de modelos avanzados eddy‐resolving que permiten analizar corrientes oceánicas con gran detalle. El debilitamiento apunta a una posible aproximación al punto de inflexión del sistema, un umbral crítico donde el AMOC podría cambiar rápidamente.
La AMOC es un motor clave del clima europeo, impulsando el intercambio de calor entre el ecuador y latitudes altas. Su debilitamiento tiene implicaciones directas en los patrones climáticos y podría traducirse en inviernos más fríos o veranos más secos para España y toda Europa.
Las imágenes recientes muestran que la corriente cálida del Gulf Stream está desplazándose, lo que afecta el transporte de calor hacia el norte. El “cold blob” detectado es una anomalía térmica que fue imposible de identificar con equipos menos precisos.
Expertos advierten que la confirmación satelital y la alta resolución de los modelos derriban dudas anteriores sobre la estabilidad del AMOC. Este dato es preocupante para climatólogos porque un colapso o cambio drástico de la circulación tendría consecuencias globales.
En los próximos meses se esperan nuevos estudios que determinarán con mayor precisión el ritmo y alcance de este debilitamiento. Por ahora, la evidencia apunta a una transformación importante en el corazón del sistema climático atlántico.

































