El Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo recibirá una inversión de 11,24 millones de euros gracias a un acuerdo firmado esta semana entre la Fundación Amancio Ortega y la Junta de Castilla-La Mancha.
La donación permitirá al centro consolidar proyectos pendientes y avanzar en infraestructuras y tecnología durante los próximos dos o tres años, confirmó el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, acompañado por la directora gerente, Mónica Alcobendas.
Un 30% del presupuesto se destinará a investigación y desarrollo de talento, mientras que el 70% financiará mejoras clínicas y asistenciales.
Entre los proyectos destacados está la construcción de un quirófano integrado de alta tecnología presupuestado en 3,7 millones que combinará cirugía convencional con métodos mínimamente invasivos y sistema avanzado de diagnóstico por imagen. También se renovarán los sistemas de comunicación paciente-enfermera y se actualizará el Servicio de Radiodiagnóstico.
En rehabilitación, el hospital se equipa con sistemas robóticos para terapia del hombro, codo y muñeca, además de un exoesqueleto portátil para manos con movilidad limitada en pacientes con tetraplejía leve o incompleta. Este dispositivo no requiere grúa y es liviano.
Otra novedad será la reapertura de una piscina exterior climatizada para tratamientos, deportes y ocio, que fueron clausuradas en años anteriores por obras. Actualmente, solo cuentan con una piscina interior con uso terapéutico y recreativo.
En investigación, destaca la renovación completa de la Unidad de Biomecánica y la incorporación de equipos de última generación como un telescopio y un citómetro espectral. Se desarrollará un ambicioso proyecto en neuromodulación que combina estimulación cerebral y periférica, con potencial para patentar tecnologías de electroestimulación.
La sala de simulación para formación y teleasistencia también se modernizará para entrenar profesionales y mejorar la atención remota.
Fernández Sanz recordó que este es el segundo convenio con la Fundación tras los 14,9 millones donados en 2017, que permitieron actualizaciones en diagnóstico y tratamiento oncológico, incluyendo mamógrafos y aceleradores lineales.
El compromiso se alinea con la futura segunda fase de obras para renovar la parte más antigua del hospital, prevista para empezar el próximo año, y que promete transformar aún más al centro que lidera el tratamiento de lesiones medulares en España.


































