La Guardia Civil denunció esta semana a un vecino de Cantabria tras interceptarlo transportando dos cabezas de venado sin precinto, un requisito legal en la región. Fue en las proximidades de Potes, durante una operación de vigilancia contra la caza furtiva en época de berrea, cuando los agentes del Seprona revisaron el vehículo y encontraron las piezas ilegales en el maletero.
El detenido no pudo acreditar la trazabilidad de las cabezas, por lo que fue denunciado por una infracción grave según la Ley de Caza de Cantabria. La sanción puede superar los 3.000 euros además del valor de los venados. Las piezas retiradas quedaron bajo custodia del Gobierno regional.
La operación llega en un contexto tenso: la semana pasada autoridades y vecinos alertaron sobre la aparición de varios ciervos decapitados en la zona de Campoo-Los Valles, concretamente en Valdeprado del Río, donde se investiga posible caza furtiva. Los habitantes denunciaron actividad nocturna sospechosa y uso de reclamos para atraer a los animales, que luego aparecieron muertos con las cabezas cortadas.
El Seprona mantiene activa la vigilancia durante la berrea, época en la que la caza furtiva aumenta por la vulnerabilidad de los venados. La Guardia Civil sigue con el seguimiento en zonas vulnerables para frenar estas prácticas ilegales que afectan al ecosistema y al sector cinegético local.
Con estos hechos, las autoridades recuerdan la obligatoriedad de portar siempre el precinto y acreditar la procedencia de las piezas de caza, para evitar multas contundentes y sanciones penales en caso de reincidencia.
