Cáceres intenta volver a la normalidad tras una tromba de agua que en apenas 30 minutos descargó 18 litros por metro cuadrado y anegó la céntrica calle Túnez. A casi 24 horas del episodio, la calle ya parece normal a simple vista, aunque el olor a cieno y menos coches estacionados delatan el impacto.
Los negocios afectados trabajan a contrarreloj para abrir antes de que termine la semana. Empleados y dueños limpian locales inundados y sacan el barro. En una tienda de tatuajes, por ejemplo, mantienen puertas y ventanas abiertas para ventilar mientras intentan salvar ordenadores y mobiliario.
Carlos Tostado, comercial de lápidas que se hizo viral ayudando a bomberos a localizar un imbornal, es uno de los que aún lidian con los daños materiales. Su tienda tiene mármoles y lápidas dañadas por el agua, algunas con marcas imposibles de quitar, que pueden costar hasta 1.500 euros por pieza. Tostado asegura:
“No podemos permitirnos perder más días, esperamos abrir el viernes”
Además de limpiar, los comerciantes esperan inspecciones de aseguradoras para cuantificar daños. Algunos equipamientos tecnológicos aún están en riesgo. Los papeles y facturas mojados ya son irrecuperables.
En la misma zona se detecta un vehículo dañado y abandonado, uno de los 15 coches afectados. En otro local vacío se percibe un fuerte olor a aguas residuales, pendiente de limpiar y retirar.
El fenómeno meteorológico también afectó al Puente de San Francisco, aunque sin daños materiales. Se registró una filtración en un garaje de la calle Mira al Río, con un charco profundo aunque no impidió la circulación de vehículos.
Este episodio inusual, al que los vecinos comparan con la DANA de Valencia, ha puesto a prueba la capacidad de reacción local. Las calles inundadas y personas hasta la cintura ayudando no son imagen común en Cáceres, una ciudad poco acostumbrada a estas tormentas violentas.
Las autoridades mantienen la vigilancia y algunos comercios inician una cuenta regresiva para reanudar la actividad normal tras un golpe que amenaza con estancar la economía local a corto plazo.


































