Las Cámaras de Comercio de la Alianza del Arco Atlántico, que agrupa a regiones de España, Portugal y Francia, buscan que esta zona sea reconocida como una macrorregión oficial de la Unión Europea. El objetivo es ganar peso político y recibir más fondos comunitarios para proyectos clave.
La directora general de la Cámara de Comercio de Cantabria, Rosa Vega, y su presidente, Tomás Dasgoas, participaron esta semana en Bruselas en el quinto foro del colectivo, que reúne a regiones como Galicia, Asturias, Burgos, Navarra, País Vasco, el sur de Francia y Portugal. La próxima cita será en Cantabria, el 24 de abril de 2026, con unos doscientos participantes.
La prioridad para Cantabria es impulsar la conexión ferroviaria con Bilbao y la intermodalidad del Puerto de Santander, dos proyectos clave para su desarrollo. Sobre el tren Santander-Bilbao, de gran importancia en la región, el comisionado del Corredor Atlántico, José Antonio Sebastián Ruiz, comunicó que las obras podrían no concluir hasta 2045-2050. La mayoría del tiempo se dedicará a trámites burocráticos, aunque desde Cantabria exigen cumplir plazos e intentar acortarlos.
Además del transporte, el foro aborda la cooperación en energías renovables, especialmente el corredor del hidrógeno, y la promoción del Camino de Santiago como motor cultural y turístico con capacidad para integrar a estas regiones.
Rosa Vega destacó que las Cámaras buscan «sinergias para transformar el territorio y hacerlo más competitivo, sostenible y conectado». La alianza trabajará junto a gobiernos regionales y otros colectivos, entre ellos la Red de Ciudades Atlánticas y la Red Crusoe de universidades, con planes de colaboración futura con la universidad cántabra.
El evento contó con la presencia de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quien presentó las conclusiones de la jornada en Bruselas. Desde junio de 2023, esta alianza ha celebrado encuentros en Bilbao, Oporto, Oviedo, Vigo y Bruselas, fortaleciendo su apuesta por una macrorregión atlántica que aún no consigue el respaldo político formal de España, Portugal, Francia e Irlanda.
